- Historia de la Fundación Music for Life
Fundada en el 2015 por Carolina Castro y presidida por la violinista clásica dominicana Aisha Syed, la Fundación Music for Life nació inspirada en los ideales del violinista Yehudi Menuhin y su labor filantrópica en Gran Bretaña, donde se encuentra la Yehudi Menuhin School, institución musical de niños precoces fundada por el legendario violinista y en la cual Aisha Syed cursó estudios como primera Latinoamericana en ser admitida allí a los 13 años de edad. En dicha escuela como parte del programa educacional Aisha, a la par de realizar conciertos en prestigiosas salas de conciertos en Europa, visitaba escuelas públicas, hopitales y hospicios para llevar la música clásica a los más vulnerables. Inspirada en esta labor y su fe cristiana, Aisha, junto a los destacados periodistas dominicanos el Sr. Feliz Vinicio Lora y la Sra. Carmen Luz Beato inicia un vasto recorrido con conciertos y charlas motivacionales en escuelas, hospitales, hospicios, orfanatos y centros correccionales de su país llevando la música clásica a aquellos que por motivos sociales, económicos o de salud no podían acceder a ella fomentando así la alegría de la música clásica con un mensaje motivador centrado en su inspiración personal para ayudar otros, el Señor Jesucristo. La prestigiosa revista británica especializada en música clásica, the Strad Magazine, ha destacado la labor de la Fundación Music for Life y su impacto en la comunidad musical de la República Dominicana. Desde su creación, la Fundación ha puesto en marcha dos programas educacionales que son el Festival «Música con Propósito» en asociación para la primera edición con la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en donde Aisha es Profesor Honorífico. El segundo programa educacional es la anual Clínica Musical de la cual ya se han realizado ocho ediciones ininterrumpidas gracias al constante apoyo del Banco Popular Dominicano y su deseo de democratizar la cultura de la música clásica en el país. La Fundación Music for Life agradece primeramente a Dios, al Ministerio de Cultura y al Banco Popular Dominicano por su constante apoyo.



































